La iglesia es conocida por ser una institución conservadora en la que los hombres heterosexuales han llevado la batuta por años, intentar transformar el panorama parece un desafio, pero hay quienes se atreven a apostarle a la inclusión, es el caso del primer sacerdote no binario que ha llegado a la iglesia.
Su nombre es Bingo Allison, fue ordenado como el primer sacerdote abiertamente no binario por la iglesia anglicana en Inglaterra (una comunión cristiana establecida desde el siglo XVI.)
Bingo ha dicho en entrevistas a medios que desde pequeño fue religioso y su fe le hizo sentir que en el camino de Dios podía sentirse refugiado, y ser él mismo sin recibir críticas o discriminación, ahora tiene 36 años y con su participación en esta entidad está revolucionando la historia de la institución religiosa.
En una entrevista con el diario inglés “Liverpool Echo” mencionó: “Mis puntos de vista solían ser muy tradicionales y ciertamente muy conservadores. Algunos podrían llamarlos intolerantes y había mucha ignorancia y mucha ‘otredad’. No me tomé el tiempo para aprender de las experiencias de otras personas. Definitivamente, estaba en mucha negación y parte de esa negación se manifestó en la negación de las identidades de otros”.
Allison nació en un grupo familiar que se caracteriza por sus creencias conservadoras y religiosas. En su comunidad no existían muchas personas con las que podía sentirse identificado, además en su hogar la homosexualidad era calificada como pecado, razones por las que “tuvo que recorrer un camino largo y difícil para descubrir su identidad”.
“No conocía a ninguna persona trans y creo que probablemente había conocido a dos homosexuales en mi vida. Para mí era casi como otro planeta. En varios momentos me cuestioné las cosas. Pero como no tenía vocabulario para describir mi experiencia, no iba a ninguna parte”. Agregó
En su proceso para convertirse en vicario (auxiliar del obispo) descubrió el término “queer”, palabra que le hizo entrar en un estado de reflexión constante. A medida que más descubría su sexualidad e identidad, pensó en abandonar su profesión.
También, dice que su experiencia se amplificó al conocer a otras personas, con crianzas y entornos diferentes a los suyos, por ejemplo, a partir de retiros espirituales en los que compartía con otros, su percepción se transformó. Recuerda cómo en uno de estos encuentros religiosos, una persona se refirió al matrimonio homosexual como una “forma diferente de pensar” sin juzgar.
“Fue mucho más difícil de lo que pensé haber salido del clóset para luego permanecer en el clóset. Definitivamente, hubo muchas veces antes en las que cuestioné mi identidad, pero crecer en una forma más conservadora de cristianismo significaba que estaba mucho más allá de mi imaginación”.
Sin embargo en medio de sus dudas, y la necesidad de tomar una decisión que le permitiera vivir en tranquilidad y conectado con sí mismo, encontró en uno de los pasajes del Génesis “una epifanía”. Se trata del Génesis 1:27, “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
“Estaba sentado allí en medio de la noche cuando me di cuenta de que podría necesitar cambiar mi vida. Fue una experiencia espiritual más profunda, sentí correctamente que Dios me estaba guiando hacia esta nueva verdad sobre mí mismo. Una de las cosas que se ha mantenido en mi ministerio desde entonces es que la transición y la salida del closet puede y debe ser una experiencia espiritual, así como emocional, social y, a veces, física”, explicó.
La forma en que él decidió interpretarlo fue que hablaba “de la masculinidad a la feminidad” y no de hombres y mujeres.
Actualmente, Bingo Allison se define como ‘genderqueer’, no se identifica como persona del sexo femenino o masculino.
“Intentó participar, no solo en mi trabajo religioso, sino también fuera de él, con los grupos laicos locales de jóvenes LGBT. Una de las cosas más importantes es ser una representación visual en mi comunidad e ir a las escuelas, hacer asambleas y marcar una gran diferencia en la normalización para los niños. Cuando llevo mi cuello clerical, los niños saben que está bien y que hay un lugar en la iglesia y en el mundo exterior para gente como yo”, expresó.
Allison es padre de tres niños, por lo que además de la sociedad, ha tenido que enfrentarse a la deconstrucción del significado de la palabra padre.
“Ellos son jóvenes. Hablamos de las personas trans y queer antes de que yo cambiará. No soy un alíen para ellos. Fue difícil hablar de ello en mi vida. Cuando se está casado, creen que eres gay, pero las cosas son más complejas”, dijo en una entrevista para el medio ‘BBC’.
La Iglesia de Inglaterra comprendió con dificultad su decisión de identidad, y, una vez que finalizó sus estudios, fue ordenado como sacerdote.
Profesión que usa para además de divulgar la palabra de Dios, compartir la idea del amor y el respeto por los demás en todas sus manifestaciones diversas de humanidad, lucha por la inclusión de personas de la comunidad LGTBI y además de que comparte su conocimiento y educa en el tema con el fin de que no sea un tema ajeno a la sociedad. Y a quienes están descubriendo su sexualidad, tratando de enseñar que Dios también tiene espacio para ellos.
“La historia de la interpretación bíblica está plagada de opiniones de hombres ricos, blancos, heterosexuales, cisgénero, sin discapacidades, neurotípicos, asumiendo que todos los que los leían pensaban como ellos. Los prejuicios que esto crea excluyen a cualquiera que no encaje de comprometerse plenamente con la Biblia”, concluyó.