El 8 de marzo de 2018 será recordado para siempre por el pueblo español como el día en que las mujeres paralizaron todo un país con la primera huelga general feminista realizada en España.

La falta de igualdad salarial, el racismo, la discriminación, la falta de oportunidades laborales, la ausencia de leyes que respalden a las mujeres, la lucha contra la violencia de género y otros temas similares convocaron a más de 6 millones de mujeres y unos cuantos hombres a movilizarse por las calles españolas para exigir que se les escuche, pero, sobre todo, que haya una intensión real del gobierno de solucionar todos estos problemas que se han salido de control.

Dada la importancia de esta huelga justamente en el Día Internacional de la Mujer, el movimiento feminista español, impulsado por la corriente 8M ha decidido convocar una nueva huelga para el año 2019, pero está vez, se incluirá a aquellas mujeres que no tuvieron voz en la pasada marcha nacional; las mujeres inmigrantes.

Jennifer Burbano es una colombiana residente en Asturias, España donde es la líder del movimiento de las mujeres Latinas que se han ido integrando al 8M y jugarán un papel fundamental en la próxima huelga nacional de 2019.

Las mujeres inmigrantes representan un porcentaje significativo en España, aparte de ser identificadas como aquellas que se encargan del cuidado de los niños y los ancianos, son altamente discriminadas y vulneradas en sus derechos. Aunque no todas laboran en lo mismo, las condiciones son terribles para la mayoría: tienen jornadas de más de 20 horas de trabajo, no tienen seguro ni salud y ni hablar del pago salarial.

“Cuando tienes papeles, el trato es menos discriminatorio, pero eso no significa una mejor condición. Los empleadores se aprovechan y no les pagan nada, en un mes tienen un día libre, casi todas trabajan de internas con 20 horas de trabajo aproximadamente” Afirma Jennifer.

El racismo es un problema que ha aumentado con el número de inmigrantes en el país. Es un discurso del avance de la derecha frente a la inmigración, que se relaciona con el tejido social y termina por transformarse en temor que pronto termina en racismo reflejado en la exigencia de más papeles, mayores requisitos para poder laborar que a las propias mujeres europeas e incluso en la violencia de género, donde las leyes no protegen de igual manera a las mujeres inmigrantes.

“Existe un caso concreto de violencia de género y violación de los derechos a las mujeres inmigrantes. Aquí (en Asturias) hay varias fábricas agrícolas y una produce fresas y para la recolección traen mujeres marroquíes. Varias reportaron que sufren abusos y violencia sexual y con ellas no hubo la misma respuesta que con casos anteriores de violencia a mujeres españolas”

La necesidad de hacer nuevamente una huelga en el aniversario del día de la mujer es para manifestar una vez más que si bien este año se evidenciaron los daños tan terribles que están sufriendo las mujeres, no fue suficiente para que la realidad cambiara.
Es necesario poner en los ojos públicos y en discusión política que los problemas no han sido resueltos, pues pareciera que el estado es incapaz de solucionar todos estos actos atroces por parte de la sociedad y aunque en el gobierno existan más mujeres, sigue sin ser suficiente.

En la huelga de este año se contó con la participación de unos cuentos hombres, pero en la de 2019 se espera que asistan muchos más, al igual que el resto de las mujeres que no se sintieron incluidas este este año.

“La huelga convoca a parar la actividad económica. Si paramos nosotras, se para el mundo, si nosotras dejamos de hacer lo que hacemos, con seguridad, la economía parará. Así de importantes somos” afirmó Jennifer.

La invitación es a que todos los movimientos feministas del mundo se unan a esta noción y salgan a marchar el 8 de marzo por el reconocimiento y el respeto que merecen las mujeres de todo el mundo, pues si bien, hemos logrado mucho, todavía falta bastante.