Según el World Economic Forum para el año 2025 los puestos de trabajo para las carreras STEM, llegarán a los 7 millones. Ejemplos de estas profesiones son: la ciberseguridad, el internet de las cosas, desarrollo de experiencia de usuario, inteligencia artificial, entre otras.
Sin embargo, aún hoy hasta la mitad de las mujeres de América Latina no forman parte de la población activa. Muchas de las que trabajan lo hacen en empleos poco cualificados e informales, a menudo con salarios bajos y en condiciones precarias.
Estas personas representan una inmensa fuente de talento que no está siendo utilizada para el desarrollo de la región. Hay una serie de barreras que impiden a las mujeres reconocer su potencial.
De acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo, el desarrollo de software será la carrera de más rápido crecimiento en América Latina durante la próxima década, con 1,2 millones de profesionales necesarios para el año que viene.
A medida que crece la demanda de profesionales en el sector, más proyectos se centran en formar e introducir a más mujeres en las carreras de este sector, lo que sin duda está ayudando. Según un informe reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en 2025 la industria del software empleará a más de 1,2 millones de programadores sólo en la región.
Para Daniela Gutiérrez, Project Manager y Product Owner de Source Meridian, la para que más mujeres ingresen al sector de la tecnología está en comenzar a generar espacios de participación: «Creo que una muy buena manera es con programas de participación temprana como seminarios en escuelas y colegios, incluso en ferias y conferencias, para tener representación de mujeres que lideren la industria. Para los jóvenes, se pueden generar oportunidades a través de semilleros y conferencias y talleres para promover el conocimiento y la contratación.»
Espacios como el grupo de Women Tech Talent en la región que ha duplicado su tamaño desde 2017. Este aumento exponencial es un testimonio del compromiso de América Latina para nutrir y expandir este grupo de talentos.
En la actualidad, nos encontramos en una época donde el día a día requiere un contacto constante con la tecnología y es sumamente importante contar con una perspectiva femenina para entender las necesidades y poder ofrecer soluciones tecnológicas equilibradas donde todos los usuarios puedan aprovecharlas.
Además, diversos estudios han demostrado que los equipos diversos tienen mejores rendimientos, hay una mayor capacidad para resolver problemas, si existe un alto compromiso por parte de los colaboradores, así como una mayor retención del personal, lo que se traduce en mayores beneficios para las empresas.
Para Gutiérrez, la creciente dependencia tecnológica hace que la demanda de profesionales en la industria del desarrollo de software sea tan alta que la plantilla actual no pueda cubrirla, «creando así una excelente oportunidad para una mayor entrada de mujeres en el sector».
Asimismo, hace mención a que los puestos de liderazgo también irán en aumento abarcando más vacantes para mujeres, pues que son ellas quienes también han demostrado tener las mismas capacidades técnicas: «Las mujeres muestran una mayor fortaleza en competencias emocionales y sociales relacionadas con el liderazgo. Personalmente, veo sin duda esta demanda de talento femenino en nuestra empresa Source Meridian, donde las mujeres ocupan el 47% de los puestos de liderazgo», dice Gutiérrez.
Según el estudio de Talent Trends 2024, las organizaciones buscan atraer más mujeres a sus vacantes tecnológicas, pero la demanda super la oferta. Sin embargo, en América Latina, menos del 20% de los cargos de liderazgo en tecnología están ocupados por mujeres, con Argentina, Chile y México destacándose por su baja participación femenina en este sector.
Entre las razones que hacen que las mujeres estén ocupando menos cargos de liderazgo, Gutiérrez enfatiza en que se construyó un estereotipo por parte de la sociedad sobre el «perfil para entrar» en este sector: «Lo que ha provocado un bajo número de representación femenina en los diferentes puestos disponibles en el entorno, además de limitar los modelos a seguir por las mujeres, provocando que muchas mujeres no consideren este sector como una oportunidad para desarrollar su carrera profesional», concluyó Daniela Gutiérrez.