Durante su charla Ted la actriz, directora y activista America Ferrera ha resaltado como su identidad latina la hace ser fuerte, y como la necesidad de representación en los diferentes escenarios permiten que los seres humanos se sientan capaces de lograr sus sueños.
“Hollywood necesita dejar de resistirse a cómo es el mundo en realidad”, se necesita una representación auténtica de las diferentes culturas en los medios «La presencia crea posibilidades», afirma. «A quien vemos triunfar en el mundo nos enseña cómo nos vemos a nosotros mismos, cómo nos valoramos y cómo soñamos acerca del futuro». Agrega.
América Ferrera habló de la percepción de los latinos en Hollywood. Partiendo de su experiencia en la que tuvo enfrentarse a los estereotipos impuestos a la comunidad procedente de latinoamérica. Resaltando que son encasillados en papeles en los que su acento y su apariencia eran una prioridad que les permitía replicar un prototipo cliché, y limitando su capacidad como ser humano, actriz y artista. ‘Esos eran los tipos de roles que existían para alguien como yo. Alguien a quien miraron y vieron como demasiado marrón, demasiado gorda, demasiado pobre, poco sofisticada’, dijo America.
‘Estos roles estaban alejados de mi propia realidad o de los papeles que soñaba interpretar. Quería interpretar a personas complejas y multidimensionales, personas que existían en el centro de sus propias vidas. No recortes de cartón que sobresalían al fondo de otra persona’.
Abrazar nuestras raíces es la mejor manera de enseñar al mundo que la diversidad es hermosa y que debe ser libre de estereotipos limitantes:
Como consecuencia, la artista confesó haber huido de su propia identidad, tratando de cambiar rasgos que por genética hacen parte de sí misma ‘Me esforcé al máximo para superar todas las cosas que la gente decía que estaban mal conmigo. Me mantuve alejada del sol para que mi piel no se pusiera demasiado marrón, alicé mis rizos y me sometí por completo. Traté constantemente de perder peso, compré ropa más elegante y más cara’, Pensando que esa sería la única forma de que las personas la aceptaran y pensaran en ella como una verdadera actriz que encaja en los estándares.‘Hacía todo eso para que cuando la gente me vea, no vieran a una latina demasiado gorda, demasiado morena, demasiado pobre, y así, tal vez me darían una oportunidad».
Finalmente, tras largos episodios buscando su “salvación” en bloqueadores que cuidaran su piel de oscurecer, de alisadores y todos esos productos que la hacían alejarse de su identidad sintió que ella no era quien debía cambiar, que el sistema es el que debería transformarse.’ me di cuenta de que en realidad nunca le estaba pidiendo a la industria que cambiara. Le estaba pidiendo que me dejara entrar, y eso no es lo mismo. No podía cambiar lo que la industria pensaba sobre mí, lo que la industria creía de mí’.
La actriz tuvo un difícil camino en Hollywood, pero con su mensaje y aprendizajes de autoaceptación, amor propio y reconocimiento de sus raíces, construye un camino más fácil para las nuevas generaciones.«Si pudiera regresar y decirle algo a esa niña de nueve años que bailaba en el estudio, soñando en grande, le diría: ‘Mi identidad no es mi obstáculo. Mi identidad es mi súperpoder. Porque la verdad es que soy como el mundo es. Tú eres como se ve el mundo. Colectivamente, somos como realmente el mundo se ve, variado. Y para que se reflejen eso, no es necesario crear una nueva realidad. Solo tienen que dejar de negar a la que ya vivimos».