Para nadie es un secreto que los aportes y desarrollos realizados por mujeres y que aportaron a la evolución del planeta Tierra como lo conocemos hoy han sido borrados o minimizados en la historia, dando protagonismo a personajes del género masculino.

Por esta razón hoy queremos resaltar a Hedy Lamarr una mujer judía vienesa quien se desempeñaba en teatro y cine en Hollywood, sin embargo su pasión por la tecnología la llevó a convertirse en ingeniera de comunicaciones y crear y patentar un sistema  de teleguía para misiles, su desarrollo fue rechazado por el gobierno de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, pero fue rescatado durante la crisis cubana. Lamarr nació en Austria en 1914, años más tarde vivía en Alemania país del que se vio obligadas a marcharse para protegerse de los Nazi.

Su invento fue fue fundamental para para el desarrollo de la tecnología Wi Fi, Y gracias a sus habilidades para las matemáticas y la física, Hedy es la precursora además del GPS y el Bluetooth. Hedy, no tenía el tipo de personalidad que disfruta frecuentar fiestas y espacios sociales, de hecho se ha afirmado que debido a las enseñanzas de su padre desde que era una niña en sus camerinos tenía una mesa con herramientas con la intención de explorar y crear.

Su vida se dividía en sus dos grandes pasiones, su amor por el arte comenzó el el día que su madre, quien era pianista, la llevó por primera vez al teatro. Momento en el que se conectó con su vocación de actriz. Comenzando su carrera logró algunos personajes en el cine austriaco, pero en la búsqueda de expansión de sus posibilidades se mudó a Berlín, que en ese momento era la capital europea del cine.Hedy logró reconocimiento tras su personaje de Eva en la película Éxtasis (1933), donde interpretó a una mujer casada con un hombre mayor que se enamora de uno menor. La película generó tanta controversia en la época siendo incluso prohibida por el Papa, y esto debido al desnudo y un orgasmo en una escena.

Su nombre de nacimiento era Hedy Kiesler, pero tras casarse con  Fritz Mandl, un millonario millonario que se hizo proveedor de armas de los regímenes fascistas que ella rechazaba. Hedy, Hedy decide terminar su carrera como actriz, y cansada de los malos tratos de su esposo decide escapar con una bolsa de joyas escondida bajo el disfraz de sirvienta.Con tan solo 22 años, se embarcó en una aventura donde con destino a Nueva York y respaldada de Louis B. Mayer a bordo, decide cambiar su nombre a Hedy Lamarr y retoma su carrera como actriz en la que rodó 35 películas.

Hedy tenía mil ideas por desarrollar como el diseño de un avión más rápido que uniera la forma de un pez con la de un pájaro. Diseñó señales de tránsito y planteó la creación de pastillas que convirtieran el agua en gaseosas.Junto al pianista George Antheil descubrió una señal de radio con saltos de frecuencia, diseñada para evitar que los lanzamientos de torpedos sean descifrados y crearon el sistema de frecuencias que patentaron en 1940.

Tras sufrir diversos tropiezos en el camino que la alejaron de su identidad, potencial y una vida digna, en la década de los noventa su invento  dio pie a las redes de WiFi y telefonía celular. A los 80 años, Hedy Lamarr recuperó su economía y obtuvo el reconocimiento como una pionera de la tecnología moderna gracias a sus aportes.