La antioqueña de 33 años, enfermera graduada de la Universidad Metropolitana de Puerto Rico, Caterine Ibargüen el pasado martes 5 de diciembre recibió el trofeo a la Mejor Atleta Mundial del Año. Luego de que superara a la belga Nafissatou Thaim, campeona de Europa de heptatlon.

Caterine, fue elegida como la mejor atleta del año por la Federación Internacional de Atletismo, en Mónaco. Luego de que lo hubiera intentado en 2013, 2014, 2015 y 2016, sin lograrlo y esta vez regresó a su casa con este reconocimiento.

La colombiana, que fue nacida en Apartadó, Antioquia, cuando estaba en el colegio decía que no quería crecer más y que quería ser una destacada bailarina. Pero su camino se dispuso para otros sueños, y su físico le permitió sobresalir en deportes como el voleibol, antes de iniciar en el atletismo.

Cuando la atleta de oro inició su camino por el atletismo, se cruzó con la entrenadora cubana Regla Sandrino, quien la guió a Medellín a enfocarse en el salto en todas las versiones de este, que incluyen longitud, altura y triple.

Retomando el pasado de Ibargüen, la atleta participó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, y fue eliminada en la calificación de altura con un salto de 1,85. Y a los 24 años pensó seriamente en dejar el atletismo.

Pero tiempo después, Catetrine retomó el atletismo en compañía de su entrenado cubano Ubaldo Duany, quien la entrenó profesionalmente para convertirse en la mejor saltadora del mundo.