Lutter es una de las peluquerías más increíbles del país que llegó recientemente a Medellín para llenarnos de color y darnos ese impulso para atrevernos a cambiar.

Los colores fantasía en el cabello llegaron hace alrededor de 4 años para quedarse y enamorar a más de una persona y desde entonces esta tendencia a evolucionado a un estilo de vida y un concepto más profundo que se volvió parte de la personalidad de algunos.

Cynthia es una amante del color que creo Lutter en el 2010 sin saber que 8 años después de convertiría en uno de los estudios de color más increíbles del país. Estuvimos con ella en su estudio de Medellín y esto fue lo que nos contó:

Lutter nació cuando Cynthia estaba en el colegio, inspirada por Martín Lutero, encontró un nombre corto y pegajoso. Cuando ella no encontró un salón ideal para hacerse los procedimientos que quería en su cabello, decidió experimentar en casa, apoyada por su abuela, que aunque no era experta, fue manicurista y le enseñó sobre el decolorante y cosas básicas sobre el cabello.
En otra de sus travesías con su cabello, lo cortó tanto que perdió su autoestima y esto la llevó a investigar sobre el mundo de las extensiones, dónde comprarlas, cómo ponerlas, etc.
Ese fue el inició de Lutter, venta y personalización de extensiones y la página tuvo tanta acogida que en breve llegó a las 400 likes (estamos hablando del 2010, esto era bastante).

Cuando Cynthia terminó el colegio comenzó la carrera de cosmetología, pero se especializó en el color, convirtiéndose en colorista.
Mientras terminaba su carrera, trabajó en algunas peluquerías tradicionales donde pudo conocer el negocio, encontró lo bueno y lo malo de trabajar en un salón, los pros, contras y lo que hay que mejorar, entendiendo porqué está tan des-meritado el gremio.
En estos salones ella estaba reducida a los procesos tradicionales y en un deseo de explorar ese lado creativo, decidió hacer trabajos independientes hasta el 2010 donde decidió posicionar Lutter del todo como un concepto dedicado al color y el cuidado del cabello.

El estudio lleva 4 años en Bogotá y se ha renovado al rededor de 3 veces convirtiéndose en toda una experiencia para el cliente. El diseño del lugar es diferente a cualquier peluquería, incluso el sistema de trabajar, pues todo un equipo de trabajo está dispuesto a un solo cliente y a hacer que su estadía en Lutter sea increíble.

Venir a Medellín era una gran ambición. Comenzamos a venir en el 2015 y participamos ese año en Expo-Tattoo, donde ganamos a mejor stand, pues teníamos dos espacios donde hicimos cambios en vivo y al publicó le encantó.

Luego comenzaron a venir una vez al mes, pues su trabajo se viralizó en las redes y muchas personas en Medellín pidieron que trajera sus servicios a la ciudad y así decidieron abrir una sede aquí.

Cynthia también nos contó que la evolución de las redes sociales a ayudado a la transformación de la industria de la belleza:

Todo empieza por las redes. Ya tenemos acceso a lo que es tendencia a nivel mundial, todo el tiempo sabemos quién usa qué y qué está en tendencia en ciertos lugares. Las malas experiencias también han transformado la industria. Los clientes ya valoran más al estilista, al colorista y los productos. El empirismo ha empezado a quedar atrás.

Para Cynthia, teñir el cabello es un estilo de vida, una manera de expresión y de ser uno mismo.

Le preguntamos un poco sobre las tendencias actuales en tonos de cabello y sin duda el Oro Rosa o Rose Gold y el Balayage son lo de ahora. Ya los colores vibrantes que se ven a kilometros pasaron a un segundo plano y lo de ahora son tonos mates, no tan brillantes. Aunque si lo tuyo es un amarillo pollito, llévalo con orgullo, porque lo que importa es ser uno mismo, siempre.
La tendencia más importante es que estamos en una época de exploración, de conocernos y aceptarnos como somos para ser nuestra mejor versión. La mujer ahora tiene muchas más posibilidades que antes y hay que aprovechar eso.

Por último, Cynthia nos recomendó toda la línea post cuidado de Pravana, pues hay que ser conscientes que someterse a un proceso químico es posible, siempre y cuando tu cabello esté preparado para el daño significativo que puede causar y que también hay que dedicar tiempo y dinero a cuidar ese procedimiento.