El senado argentino ha decidido, después de 15 horas de deliberación, rechazar el proyecto de ley que buscaba despenalizar el aborto inducido hasta la semana 14. La propuesta había sido aprobada en un primer momento por la cámara de diputados con 129 votos a favor y 125 en contra, mientras que en el senado la votación fue de 38 votos negativos contra 31 positivos.

Sin embargo, a pesar de esta derrota transitoria del movimiento mundial que busca brindar un aborto legal, seguro y gratuito a las 55 millones de mujeres que abortan cada año, además de educación sexual y planificación, esta coyuntura ha demostrado ser una victoria política, ya que se han dado grandes avances en la concientización y desmitificación de los tabúes acerca del tema.

Argentina está polarizada, muchos atribuyen esta derrota a los poderes conservadores y eclesiásticos que aún hay en las provincias; el senado es un órgano de representación distribuido equitativamente entre todas las provincias, diferente a la cámara de diputados que se elige según la población de la provincia, por lo cual las ciudades (más liberales que la ruralidad) tienen un mayor poder.

Pero, en todo Latinoamérica, el debate de la legalización del aborto volvió al ágora público después de ser aplazado indefinidamente por las élites conservadoras de cada país. Se están organizando movimientos por la educación sexual y la legalización en todo el continente inspirados en las “pañoletas verdes” de las feministas argentinas.

La realidad es que todo el mundo está moviéndose hacia la legalización del aborto, casi todos los países del primer mundo ya lo permiten, teniendo resultados impresionantes e inesperados, por ejemplo, en la disminución de los casos de aborto. En España, han disminuido de 110.000 a 93.000 abortos por año desde la legalización. Países latinoamericanos  como Uruguay y Cuba ya han alcanzado el aborto legal.

Se debe resaltar que la criminalización del aborto no ha logrado persuadir a las mujeres de dejar de abortar: 450.000 mujeres abortan ilegalmente cada año en Argentina, muchas de ellas teniendo complicaciones en estos procedimientos realizados en entornos inseguros y peligrosos, configurándose como la primera causa de mortalidad en madres en todo el país.