Susana se define como «una niña grande que nuca dejó de ser pequeña» y a partir de ese lema de vida ha creado su proyecto que desde la creatividad, el arte y el autoconocimiento abre un espacio para que más mujeres encuentren a sus niñas internas, esas que solían sentirse libres y sin límite alguno para usar su imaginación y creer en la posibilidad de que los sueños si pueden hacerse realidad si trabajas en ellos y confías en tus capacidades.
Su emprendimiento busca brindar herramientas para ayudar a las personas a ser ellas mismas, así es como invita a la exploración de pasiones y dones. Se define así misma como una mentora creativa con el propósito de enseñarle a personas a explorar y explotar sus hobbies y talentos para construir negocios que amplifiquen sus sueños y creen una vida donde es posible vivir de lo que aman hacer.
Susi es abogada de profesión pero un día descubrió que quería dedicarse a diseñar y hacer realidad sus sueños, así fue como desarrolló un método único que le permitió renunciar a su carrera para dedicarse a lo que ama e inspira su vida, estudió
a partir de ese momento se ha dedicado a guiar en el proceso a cientos de personas a través de sus programas digitales.Club de ilustradoras
Entre sus proyectos podemos encontrar al «Club de ilustradoras» que ahora está en su cuarta edición, es un espacio de aprendizaje y en el que se teje una red donde mujeres con múltiples objetivos conectan a través del dibujo, en sus palabras, «una comunidad de mujeres creadoras, expansivas y que se acompañan en el procesos creando incluso lazos de amistad».
Para Susi la fuente de inspiración está en el aire, utiliza la cotidianidad para materializar sus creaciones e ideas, siente que el proceso es una cadena que comienza al cuestionarse a sí mismo ¿estoy haciendo lo que me apasiona? y nos invita a confiar en el proceso.
Su marca quiere ser cercana a las personas, una amiga aliada que está para compartir sus aprendizajes y conocimientos, haciendo el camino más fácil, derribando la creencia de que los procesos que realmente valen la pena son los que nos cuestan mucho trabajo y son difíciles.
Después de años viviendo una vida que no la hacía sentir satisfecha, descubrió que escuchando a su intuición y honrando sus talentos podía comenzar a crear una vida auténtica, «deliciosa; una vida que nos ilusione y nos de ganas de experimentar cada día».
Le hace feliz ver a otras personas cumpliendo sus sueños y está convencida de que todos tenemos algo para enseñar al mundo, va caminado por la vida escuchando podcasts, aprendiendo, enseñando y soñando, tomando café y preguntándose «¿Qué haría mi niña de 7 años?