Cada 3 de junio se conmemora la primera marcha en la que miles de mujeres salieron a manifestarse bajo la consigna #NiUnxMenos. Plantón realizado frente al Congreso de Argentina para exigir políticas que respondan a los feminicidios y que nace de la necesidad de reclamar y levantar la voz por el feminicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años quien estaba embarazada y que fue asesinada por su pareja, en el año 2015.
De acuerdo a lo relatado en el medio Infobae Esa tarde fue un nuevo Nunca Más y nos cambió en lo personal y como sociedad. Algunas de las que estaban ahí se sintieron feministas por primera vez, otras se dieron cuenta de que ya lo eran sin saberlo y sólo les faltaba marco teórico, la mayoría sentimos que nos estábamos convirtiendo también, y de manera irrenunciable, en activistas. (…) “Fue sentir que éramos parte de algo mucho más grande que nosotras. Porque lo que pasó con #NiUnaMenos fue un evento único que sucedió porque había algo en el aire. Nosotras no inventamos nada: lo que tuvimos fue la sensibilidad de leer y ayudar a encauzar y hacer puente entre dos mundos que no se tocaban que eran lo mainstream y los feminismos, que hasta muy poco antes no era un valor, porque las mujeres repetían aquello de ‘Soy femenina no feminista’. Y nosotras fuimos parte de eso”.
Desde entonces este movimiento se ha encargado de buscar la protección de las mujeres, la erradicación de los feminicidios, la eliminación de la violencia de género haciendo crecer la “Ola Verde” donde comunidades de mujeres caracterizadas por llevar un pañuelo del mismo color en sus cuellos hacen activismo que ha demostrado esa frase que dice que «unidas somos más fuertes», pues desde su participación se han logrado avances exitosos tales como los cambios en la reglamentación y leyes contra el aborto que atentaban contra la libertad de elección y la autonomía del propio cuerpo de la mujer, derechos que desde entonces han comenzado ha hacerse visibles en el resto de Latinoamérica.
Pese a las reformas logradas, las estadísticas siguen siendo negativas pues desde entonces de acuerdo con una publicación realizada por Página 12 desde que el movimiento comenzó ha habido al rededor de 2.000 víctimas de feminicidios solo en Argentina. «Más de la mitad fueron asesinados en sus hogares, en la mayoría de los casos por parejas románticas anteriores o actuales. En 83 casos el autor fue un miembro de las fuerzas de seguridad que usó un arma reglamentaria para cometer el asesinato.»
Ahora luego de que el COVID nos jugara una mala pasada, las mujeres vuelven a las calles en su séptimo aniversario para pedir al estado por garantías de protección al género femenino. Buscando que el estado deje de ser «cómplice» y actúe por la vida y libertad, además se pide el respeto y el cuidado de las diversidades “la autonomía y el desarrollo económico de mujeres, lesbianas, travestis y trans”,
Así como el acceso gratuito para la protección, y las acciones claves de cuidado y garantías para el género que podrían ser pensadas como invertir, creer, investigar, acompañar y evitar a toda costa revictimizar a las víctimas con procesos desgastantes.