Seamos realistas, señoritas, no todas tenemos el tiempo o el dinero para pedir una cita en el salón de belleza, ir hasta allí y esperar a que nos hagan las uñas, o a veces sí, pero eso no quiere decir que no podamos hacerlo nosotras mismas en casa.
Tener unas uñas arregladas es muestra de cuidado personal y buena presentación, la cual es muy importante si en nuestro día a día estamos en contacto con las personas.
Pero tranquila, tener una uñas lindas no significa mucho trabajo y es mucho más fácil de lo que crees. Hoy te contaremos qué necesitas y verás que en tan solo 10 o 15 minutos, tendrás un manicure a la altura de cualquier salón de belleza.
Lo necesario:
Hay dos tipos de manicure que puedes hacer en casa:
1. Simple:
Solo debes retirar el esmalte que ya tenías puesto en su totalidad, revisando los bordes de las uñas y por debajo también. Limar solo para mantener la forma en que lleves tus uñas y maquillar nuevamente.
Recuerda que algunos colores pueden contener ingredientes que manchan las uñas, así que SIEMPRE debes aplicar una base transparente antes de tu color favorito para protegerla. Si tus uñas son bastante frágiles o débiles, puedes usar una base fortificadora para que te ayude con este problema.
Pintarlas frecuentemente ayuda a fortalecer las uñas y evitar que se quiebren tan fácil.
Este tipo de manicure no te tomará mucho tiempo, pero si tienes un poco de prisa, luego de aplicar el esmalte, deja secarlo por almenos dos minutos y luego mete tus manos en agua fría (si resistes con un poco de hielo, mejor) esto ayudará a que se seque mucho más rápido.
2. Completo:
Para este si puedes disponer de un poco más de tiempo y ayudarte de todas las herramientas que requieras para darte un súper manicure. Igual que el paso anterior, retira el esmalte en su totalidad y lava muy bien tus manos. Con ayuda de un palito de naranjo o una espátula especial, corre tu cutícula y luego córtala con mucho cuidado con un alicate. Si no eres de las que le crece mucho la cutícula, podrás obviar este paso, que es completamente de gustos.
Asegúrate de eliminar todos esos cueritos y pequeños pedazos de piel que se forman a los lados de las uñas con el alicate. Corta de ser necesario y lima bien tus uñas para darles forma y con ayuda de un cubito limador, pule bien tu uña tanto por encima, como por los lados, para eliminar esas partículas filosas y restos de tu esmalte anterior.
Si lo deseas, puedes exfoliar tus manos con un poco de crema o tu exfoliante favorito. Luego solo tendrás que lavarlas nuevamente y pintarlas como más te guste.
El secreto para que el esmalte de tus uñas dure bastante está en aplicar dos o tres capas y siempre terminar con un brillo secante. Los esmaltes de gel también son buena idea, pues por sus componentes, son más difíciles de correr con los movimientos usuales de nuestras manos.
¡Y listo! Ya no tendrás excusa para llevar unas uñas sin arreglar.