‘A Doll Like Me’, es un proyecto en el que los niños con capacidades diferentes, pueden sentirse identificados con un muñeco hecho a su medida, “Un muñeco como yo” ha sido creado por Amy Jandrisevits, una artista de Wisconsin, con este ha buscado que los juguetes que crea, se vean iguales, únicos y auténticos, como los niños que tienen discapacidades.
Amy, que trabajaba en pediatría, como trabajadora social de oncología pediátrica antes de convertirse en mamá. En el proceso se dio cuenta de que había muy poca diversidad en los muñecos con los que juegan los niños. «Incluso cuando era trabajadora social, creía que era importante tener juguetes para los niños porque todos necesitan tener algo a lo que agarrarse», se lee en la descripción de su cuenta en la red social Facebook. «Todos deberían tener un muñeco que se parezca a ellos».
Dicho proyecto nació cuando creó un muñeco para un niño transgénero hijo de una de sus amigas estaba transicionando en ese momento.
Estos muñecas personalizados rompen los estereotipos, permiten el sentido de identidad por parte de los niños, además de influir en su autoestima, verse a sí mismos en un juguete les ayuda a los niños a sentirse seguros de cómo se ven.
Para los niños los juguetes son una manera de expresión, motivo por el que muñecos como estos, creados desde la sensibilidad y la conciencia de entender que la humanidad es diversa, se destruyen los estereotipos dañinos que no son inclusivos.
Sentirse integrado es algo vital para el desarrollo psicológico y mental de las personas. Sobre todo durante la infancia cuando empezamos a familiarizarnos con el mundo. Tener un muñeco hecho a la medida, con diferencias, hace que los niños dejen de sentirse discriminados, sientan que alguien más en este mundo es como ellos.
Amy afirma que sus creaciones “Están cargados de muchas emociones”. “Es muy importante mostrarles a esos niños imágenes de sí mismos”, dijo a TODAY Parents. “Los muñecos tienen un poder que no entendemos completamente”.
Para los niños que reciben un muñeco que se ve como ellos, es la primera vez que ven un juguete que les genera identidad, con una cicatriz, una diferencia en las extremidades, una marca de nacimiento, rostros diferentes, prótesis…
Amy Jandrisevits asegura invertir alrededor de siete horas en cada uno de sus proyectos, la intención es ser muy detallada para que la apariencia de los muñecos sean muy fieles a los niños que los inspiran. Jandrisevits ha fabricado aproximadamente 300 muñecos, aunque su proyecto tiene mucha popularidad y gran acogida, debido a que cada muñeco está cosido a mano, se necesita tiempo para hacerlos. Su mamá le ayuda a hacer los cuerpos, mientras ella se encarga de los detalles.
En la organización A Doll Like Me su objetivo es enviarle a los pequeños el mensaje de que son perfectos tal y como son. “En una escala mayor, te dice cuán desesperados estamos por la representación”, dijo. “Estoy cambiando la narrativa de una persona a la vez”.
Es una organización sin fines de lucro, sin embargo muchos padres pagan por los muñecos, Pero Amy siempre está dispuesta a regalar sus muñecos a aquellas personas que no pueden costearlo, además constantemente recibe donaciones para poder cubrir los costos del material y el envío de los muñecos. Las personas que deseen donar para ayudar a este proyecto pueden visitar A Doll Like Me y donar a su campaña de Go Fund Me.