El mito del «self love» que nos presiona a ser perfectas
¿Alguna vez se han sentido atrapadas en un mundo que les exige cumplir con estándares de perfección inalcanzables, pero que también cuestiona su amor propio? y como un círculo vicioso las anima a seguir «dietas saludables», las incita a hacer ejercicio y reconciliarse con su cuerpo, a seguir recetas de belleza caseras, incluso algunas «investigaciones» reportan como de acuerdo con resultados científicos se ha demostrado que las mujeres con mayor amor propio son más atractivas y se convierten en imanes para hombres, como si la armonía con una misma dependiera de encontrar a la media naranja que por décadas nos han invitado a perseguir.
Como si el amor propio no sé tratara de un proceso único para cada una, y como si fuera fácil desprenderse del prototipo de mujer que nos han pedido ser desde que somos unas bebés, «si tiene aretes es mujer», «si está vestida de azul, seguro es un niño», desde entonces nuestra libertad de expresión, la capacidad de mostrarnos tal y como somos se ve limitada por prácticas que hoy en día se han normalizado de tal manera que se han convertido en una costumbre.
Si la respuesta a mi pregunta inicial es sí, esta es una invitación a profundizar en lo que desde mi punto de vista creo se trata el conocido «self love», debo aclarar que no soy una experta, y que por supuesto me he sentido vulnerada y obligada a seguir tendencias para sentirme mejor conmigo misma aunque el resultado no fuera exactamente lo que yo esperaba y terminara complaciendo a la industria que nos dice que con faja nos vemos más bonitas, o que tenemos que salir corriendo a comprar el jean «levantacola» en tendencia.
Para comenzar debo decirles que esta idea creció en mí tras ver en vídeos de TikTok (de los cuáles de alguna manera termino siendo público objetivo), en los que como contenido viral mujeres le enseñan a otras mujeres a amarrarse con bastante presión un cordón alrededor de su cintura para lograr la cintura soñada, y me preguntaba hasta qué punto podemos llegar y si el amor propio se trata de lograr el cuerpo que soñamos, o de rendirnos en la batalla que libramos contra esas partes de nosotras mismas que no nos gustan, aquí va una lluvia de conclusiones apresuradas a las que llegue después de tal reflexión.
1.Como en todo proceso, sentí que la aceptación es el primer paso, dejar de perseguir el cuerpo ideal es un gran avance en este camino porque cuando aceptas tu cuerpo con todo y sus defectos, y entendemos que alguna vez lo amaremos con todo lo que tiene y lo que no, y otras estaremos insatisfechas con alguna parte de él, si cuando nos miramos al espejo y nos reconocemos con la mujer que está en frente, y aprendemos que como en toda relación sana, me quiero por quién soy aún reconociendo lo que para mí son mis virtudes y mis defectos, es cuando comenzamos a trabajar sobre una armonía, entendiendo nuestro cuerpo sus límites y fortalezas, así como la de nuestra salud y salud mental, al amor propio no se trata de reconocerse así misma como perfecta, el Body positivity puede convertirse en una tendencia tóxica cuando nos enfrentamos con la realidad que como sabemos es imperfecta en todos los niveles.
2.¿Cómo expresas tu ser? qué es eso que te identifica o te hace sentir empoderada, cuál es tu lenguaje para mostrarte a ti misma cuál es tu valor, ¿tu esencia está en como te vistes, en cómo hablas? cuál es tu don poderoso que te hace sentir inquebrantable y segura de ti misma, no se se trata de exigirse un súper talento, no hay que levitar o leer la mente, pero si se trata de sentarse a repensar sobre sí misma cuál es ese valor especial que me hace conectar conmigo y cómo puedo transmitirlo al resto del mundo (incluso si les gusta o no) porque tampoco se trata de buscar la aceptación colectiva.
3.Cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás, cuánto puede aportarle a tu cuerpo obtener la cintura que estás deseando este mes, si tu personalidad y estabilidad emocional y mental están fuera de forma, tu familia, amigos, pareja van influenciar en la manera en que te percibes a ti misma, así como tu opinión de alguna u otra manera va a influenciar en ellos, este es el motivo por el que tienes que asegurarte de que estás compartiendo en un ambiente sano que te permite ser, con aciertos pero también con errores, poner límites, romper lazos que no te hacen bien, y actuar con coherencia a lo que esperas recibir, aceptar tus errores propios y gestionar tus emociones, aunque suene a frase de cajón estamos vivas y para cuidar y prolongar este estado debemos cuidar no solo cómo nos sentimos por fuera, si no como nos sentimos por dentro, eso creanme, hace la diferencia.
4.Alimentación y movimiento: recientemente leí una frase que me pareció absolutamente acertada y que por tanto es difícil borrar de mí mente, » la paz del mundo comienza en el plato» con esto no quiero decir que debemos adoptar dietas estrictas que nos hacen aguantar hambre a cambio de perder kilos, ni tampoco hacer ejercicio que nos promete 0% de grasa corporal, mi intención va orientada a recomendar hacer las pases con las frutas y vegetales, con los granos y super alimentos que nos regalas la tierra, y mejora nuestra calidad de salud mental y corporal, más allá de su influencia en el aspecto físico. Como dirían nuestros abuelos, «eres lo que comes» y seguir una dieta saludable en la época de los trasngénicos y químicos es una revolución de amor propio.
Este ejemplo pueden representar el malestar colectivo de cientos de mujeres que se encuentran con redes sociales saturadas de frases como «ama tu cuerpo» «eres perfecta como eres» ¿son estos mensajes un slogan o tendencia de la industria? si bien la invitación a ser positivas y querernos tal y cual somos no es negativa, pero en épocas donde el auto amor es una etiqueta de Instagram también es válido permitirse equivocarse, que las apariencias no te engañen aunque en este siglo donde la virtualidad nos muestra la vida de otros como perfecta y sana, cada persona está aprendiendo cada día en este mundo, no te compares, cada proceso es personal y absolutamente diferente y eso no significa que sean mejores o peores, solo diferentes.
Eres suficiente, la idea de una felicidad absoluta hay que dejársela a los cuentos de hadas, en especial cuando la realidad actual está condicionada y nos invita a perseguir una perfección inalcanzable.