Como muchos venezolanos, Mariana Acosta dejó el país con una maleta llena de sueños y esfuerzos, llegando a Estados Unidos hace 6 años. La adaptación en tierras extranjeras no siempre es fácil y tiene su proceso, y lo que se le ha hecho un poco más complicado es el idioma. Sin embargo, nada es imposible para esta venezolana que tomó la decisión de reinventarse debido a la pandemia.
Siendo mamá primeriza a los 33 años y enfatizando la necesidad de vestir cómodamente en cualquier momento del día, se le ocurrió la idea de crear diseños que brindaran comodidad y confort para la tarea de ser mamá, sin dejar de verse y sentirse bien. ¿Qué mejor opción que la ropa deportiva con un toque chic que aporte feminidad? Junto a una amiga, decidieron tomar las riendas y abrir camino.
¿Cuándo y cómo nació la creación de none_activewear?
Siempre fue una idea intangible desde la infancia, pero nació a finales de la pandemia, en ese preciso momento de adaptación, aprendizaje y reinventarse. En donde hay muchos cambios tanto económicos debido a la situación del país, como cambios personales. Mi socia estaba pasando por lo mismo que yo en el «postparto», y decidimos quitarnos los miedos e intentar como mujeres venezolanas echar pa’ lante. Teníamos las mismas ideas y propósito, y le dimos un nombre: NONE, iniciales de nuestros hijos (Noah y Neyvi).
¿Cuál es el servicio que brindan?
Venta de ropa deportiva con el propósito de romper paradigmas. No creemos que la ropa deportiva solo se pueda usar en el gimnasio, sino que se puede usar para ir de compras, jugar con tus hijos, en tu día a día, para cualquier ocasión. No es necesario ser fitness para usar este tipo de ropa, solo se trata de ser auténtica y estar cómoda en todo momento.
¿Qué sientes cada día al ver lo que puedes lograr con constancia?
Wow, una satisfacción enorme, un orgullo que no cabe en el pecho. Siempre nos autosaboteamos y ponemos trabas por el miedo y mil y una excusas. Cuando en realidad debemos creer en nosotros mismos, intentar y poner toda nuestra energía. Jajaja, ¿quién se imaginaría que llegaríamos a esto? Pero todo se trata de trabajo, esfuerzo, sacrificio y tener enfoque. ¡Se puede lograr todo!
¿La economía actual del país influye de alguna manera en tu empresa?
Si es así, ¿crees que de manera fructífera o lo contrario? Sí, claro, estemos en el país que estemos, siempre influirá. Sin embargo, creo que más allá de eso, lo más importante es trabajar duro para construir tus sueños, hacer las cosas con amor, hacer las cosas bien y nunca dejar de luchar. Aunque el mundo se esté derrumbando, si te mantienes firme en tus metas, nada te detendrá.
¿Cómo sientes el mundo de los negocios entre mujeres y hombres? ¿Hay las mismas oportunidades de crecimiento?
Creo que en pleno siglo XXI, donde estamos inmersos en la tecnología, las redes sociales y los movimientos, ya no se notan diferencias. Cada persona carga con sus oportunidades y decide si quiere crecer o limitarse. Existe un empoderamiento masivo de ambos lados, todo se trata de esfuerzo y de lo dispuesto que estés a dar para lograr lo que quieres.
¿Qué te motiva día a día?
Mi familia, ver crecer a mi hijo feliz, mis amigos cercanos y lejanos, el amor propio, ver todo lo que hemos logrado. Eso me motiva mucho y me impulsa a dar el 1000%. Quiero que la gente vea el ejemplo, que vea incluso los momentos difíciles como oportunidades positivas. Se puede lograr todo cuando se es perseverante y dejar una huella de felicidad en este mundo tan complicado.
¿Cuál piensas que fue el obstáculo más relevante al momento de iniciar?
No creer en mí misma, el miedo a pensar que no iba a funcionar debido a muchos factores que influyen. Sabes, el idioma aún no lo domino por completo, la inexperiencia, el dinero invertido sin saber cómo resultaría. Pero cuando miras hacia atrás y te das cuenta de dónde empezaste y hasta dónde has llegado, créeme que ese miedo se disipa y desaparece por completo.
¿Qué consejo le darías a las mujeres que, como tú, tienen un sueño de iniciar y ver crecer su negocio?
Que crean en sí mismas, que todo es posible cuando se quiere. Si algo no funciona al principio, deben esforzarse aún más hasta que sea maravilloso y alcanzar sus metas. Deben aprender de los errores, ya que son la mejor escuela. Que eliminen el «no puedo» y lo sustituyan por «lo intentaré», poco a poco, paso a paso. Siempre positivas, agradeciendo a Dios por cada pequeña cosa, ya que agradecer es muy importante incluso en los peores momentos. Cuando se toca fondo, es cuando surge el mayor impulso.